Cualquier práctica deportiva, como aficionado o profesional, puede someternos al riesgo inevitable de las lesiones. Estas van a condicionar no solo nuestro rendimiento deportivo o nuestra autonomía, también lo más importante: la salud.

Aun cuando el término salud puede hacernos pensar solo en nuestro estado físico, no hay que dejar de lado el efecto psicológico que la lesión deportiva puede tener en nuestro ánimo.

Precisamente, ese aspecto psicológico es el que me gustaría analizar en estas líneas. A los sentimientos de negación e incredulidad al principio de la lesión, pueden sobrevenir otros como la cólera, frustración, depresión, pena, para llegar al punto final de la aceptación de que estamos lesionados.

Asumir la lesión.

Si, nos hemos lesionado. Hemos notado algún pequeño dolor al realizar un ejercicio de pesas en el gimnasio, o al realizar otra actividad física, y no le damos importancia, seguimos entrenando. Tu cuerpo te avisa, pero tu decides seguir, piensas que descansando por la noche al día siguiente todo habrá pasado.

Pero llegó el momento de ponerse a trabajar de nuevo, y ahí sigue la molestia. Nos enfadamos, pensamos que habíamos calentado el tiempo suficiente el día anterior, respetado los tiempos de pausa, la vuelta a la calma, pero no entendemos que ha pasado.»¿Por qué a mi, si sigo las indicaciones de mi entrenador al dedillo?. Me siento frustrado, porque esto va a suponer un periodo de inactividad en mi entrenamiento, y una pérdida irremediable de mi rendimiento.»

asumir la lesión

Sentimientos de autocompasión, o culpabilidad si practicas un deporte en equipo y no vas a poder participar en los próximos eventos. Claro está que dependerá del tipo de lesión sufrida, pero no todo está perdido.

Acepta la lesión tal como es, ten confianza en ti mismo y proponte alguna meta alcanzable.

Trabajo profesional coordinado.

Escucha y sigue los consejos de tu médico, fisioterapeuta y entrenador. El trabajo coordinado entre estos profesionales, si la lesión lo permite, acortará la duración de la misma.

Un adecuado diagnóstico médico, seguido de una rehabilitación correcta, unos cambios en tu programación deportiva, la realización de ejercicios con alternativas en las que no intervenga por ejemplo la articulación afectada, cambiando el ángulo de trabajo, la intensidad, etc., son ejemplos de como seguir entrenando sin verse afectado por algunas de las lesiones más típicas en la práctica del fitness.

Si eres entrenador, pon en marcha tus habilidades de comunicación para conocer mejor al deportista. Con ello conseguirás reducir su ansiedad y obtener una buena respuesta emocional frente a la lesión que está sufriendo y como no, ganarás también en cooperación y confianza.

En lesiones graves, el apoyo emocional de familia y amigos también es fundamental.

Todo depende de ti mismo.

La restauración de tu salud física al punto de donde partiste antes de la lesión, está en manos de profesionales, pero tienes una habilidad que solo depende de ti, como es el autocontrol emocional, a través del cual conseguirás reducir la ansiedad y ver las cosas de forma más constructiva. Tus pensamientos positivos servirán para controlar la situación y mejorar.

todo depende de ti mismo

No te preocupes por la gravedad de la lesión, aunque la rehabilitación sea larga y dura. Los objetivos que te marcaste en tu programa de entrenamiento ya contemplaban la autodisciplina y voluntad, si es que no habías caído en ello. Así pues, ahora se trata de seguir otro plan, recuperarte. Acepta las responsabilidades de tus acciones y con paciencia y persistencia conseguirás sacar lo mejor de ti en cada situación.

Capacidad de relajación.

Diversas técnicas de relajación te van a permitir que tus músculos no estén tan tensos o que tu frecuencia cardíaca, tensión arterial, consumo de oxígeno se reduzcan.

Desde una perspectiva psicológica, esos ejercicios de relajación te van a proveer de sensaciones como calma, concentración, confianza, autocontrol emocional, dándote alivio en el dolor o la ansiedad.

Algunas de las técnicas utilizadas por los psicólogos del deporte son la relajación progresiva de la tensión muscular y los ejercicios de respiración profunda. Pero la importancia de la relajación no radica tanto en la técnica utilizada, sino en la práctica, pues se trata de una habilidad que como el autocontrol emocional, depende de nosotros mismos.

Espero haber ayudado con este artículo a hacer más fácil y llevadera cualquiera de las lesiones que podemos sufrir con nuestra práctica deportiva. Espero las menos posibles o mejor ninguna, pero ante todo me gustaría aclarar que todo esto aquí descrito no tiene otro fin distinto que la simple orientación, y no pretendo sustituir en modo alguno la consulta o los consejos profesionales de médicos o psicólogos del deporte.

José Balbín
José BalbínAutor

BIBLIOGRAFIA:

  • MEDINA JIMÉNEZ, E. «Actividad Física y Salud Integral», Edit. Paidotribo.
  • BUCETA, J.M., «Psicología y lesiones deportivas», Edit. Dykinson.
  • GUTIERREZ, J. , «Las lesiones deportivas»», Edit. Aguilar.

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